Cómo el estrés tóxico afecta la salud de los niños
Cuando los niños pasan por algo difícil, incluso si se les olvida lo que les pasó, su cuerpo aún puede retenerlo y recordarlo. Esto puede debilitar su cerebro en desarrollo, provocar problemas emocionales, de comportamiento y de aprendizaje, e incluso alterar su ADN a largo plazo.
Los impactos a corto plazo del estrés tóxico
El estrés tóxico puede impedir que tu hijo crezca fuerte y sano. Los niños que sufren estrés tóxico tienen más probabilidades de enfrentar:

La inmunidad debilitada
Problemas para combatir infecciones, sufrir resfriados e infecciones más frecuentes o enfermedades como eczema, alergias o asma

Mala salud física
Mayor probabilidad de enfermedades crónicas, mala salud bucal, interrupciones del sueño, infecciones frecuentes, dolores de cabeza, o dolores de estómago

Crecimiento y desarrollo lento
Obesidad o pérdida de peso, o cambios en el inicio del desarrollo de la pubertad

Problemas de comportamiento y aprendizaje
Estados de ánimo y sentimientos extremos, dificultad para quedarse quieto, prestar atención, controlar el comportamiento, para aprender, y más
El impacto a largo plazo del estrés tóxico
Si no es sanado, el estrés tóxico puede seguir a tu hijo a medida que vaya creciendo y convirtiéndose en adulto, lo que aumenta el riesgo de:

Enfermedades físicas
- Enfermedades cardíacas
- Infarto
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- Cáncer
- Discapacidad física
- Dolor crónico
- Asma
- Obesidad
- Diabetes
- Vida más corta
- Y más

Desafíos de la salud del comportamiento
- Ansiedad
- Depresión
- Trastorno de estrés postraumático
- Embarazo adolescente
- Uso de sustancias
- Comportamiento violento
- Problemas de la memoria
- Suicidio y autolesiones
- Bajo desempeño académico
- Desempleo y pobreza